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BiteSized Immunology: Disfunciones del Sistema Inmunitario

Bitesized Immunology

Alergia

John Tregoning, Imperial College London, UK Traducción: Jesús Gil-Pulido, Instituto de Biología Molecular, Mainz, Alemania Revisión: Carlos Parga, Universidad del Sinú, Colombia (SEI)

La alergia es una respuesta inmune errónea, dañina y desproporcionada frente a antígenos que causa daño tisular y enfermedad. Es uno de los cuatro tipos de reacciones de hipersensibilidad que se conocen, los cuales se clasifican en función del mediador, el tipo de antígeno y el mecanismo efector (Tabla 1). Un ejemplo extremo de alergia es la anafilaxia. Los antígenos que pueden inducir respuestas alérgicas son llamados alérgenos y, generalmente, provienen de fuentes no infecciosas o no microbianas. No existe un patrón estructural único (o familia de patrones) que defina que una proteína pueda ser alergénica, pero, de manera general, estas suelen ser pequeñas, solubles, estables y pueden tener actividad peptidasa. Debido a la similitud estructural de algunas proteínas, un individuo que es alérgico a una proteína puede ser alérgico a otras que provengan de especies muy diferentes (reactividad cruzada); por ejemplo, es muy común presentar alergia frente al látex, kiwi y polen de abedul, pese a no tener un origen común.

Tipo de hipersensibilidad

Mediador inmunitario

Tipo de antígeno

Efector

Ejemplo

1: Alergia

IgE

Antígeno soluble

Mastocitos

Anafilaxia

2: Anticuerpo-dependiente

IgG

Moléculas unidas a eritrocitos

Complemento/

Fagocitosis

Alergia a la penicilina

3: Enfermedad del complejo inmunitario

IgG

Antígeno soluble

Inmunocomplejos

Reacción de Arthus en la piel

4: Retardada

Células T

Antígeno soluble o asociado a células

Inflamación, muerte celular

Asma crónico, dermatitis de contacto

Tabla 1. Tipos de reacciones de hipersensibilidad. La hipersensibilidad se define por tres factores: el mediador inmunitario, el tipo de antígeno y el efector.

Fase de sensibilización. La sensibilización es un tipo de activación de la memoria inmunológica. Tanto las células T como las B necesitan contactar con el antígeno para reconocerlo (en este caso, con el alérgeno). No se conocen los factores que desencadenan las respuestas alérgicas, pero el ambiente, el lugar y el tipo de célula presentadora de antígeno es crítico para el resultado. La desviación hacia un fenotipo de células T helper 2 (Th2) es un factor muy importante.

La respuesta alérgica

Las respuestas alérgicas presentan dos fases: una aguda y otra crónica, que se manifiestan como ronchas y enrojecimiento.

Alergia Figura.1

Ronchas: reacción alérgica aguda

Esta fase ocurre rápidamente tras la exposición al alérgeno (menos de una hora). Es el resultado de la degranulación de los mastocitos y la liberación de histamina y otros mediadores. La primera causa inflamación local y los síntomas de “ataque alérgico”, enrojecimiento local e hinchazón. La degranulación de los mastocitos es la consecuencia de la unión del alérgeno a IgE (previamente unido a los receptores FcεR1 en la superficie de los mastocitos). Como la IgE ya está unida, la reacción ocurre muy rápido.

Enrojecimiento: reacción alérgica crónica

Esta fase ocurre entre las 6 y las 12 horas tras la exposición inicial. Se trata de la respuesta celular y es debida al reclutamiento de células T, eosinófilos y más mastocitos al lugar de exposición. Una vez que llegan al destino, estas células empiezan a liberar enzimas, proteínas tóxicas y más citocinas que acarrean más inflamación.

La versión en español ha sido coordinada por Jesús Gil-Pulido, responsable de redes sociales de la Sociedad Española de Inmunología, y ha sido posible gracias a miembros de la Sociedad Española de Inmunología

 

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